Es un instrumento que consiste en la securitización (también llamada titulización) de créditos «ilíquidos» para su venta o licitación en el Mercado con el objeto de obtener fondos. La característica del fideicomiso es que se constituye a partir de un patrimonio separado de la compañía que lo genera.
El fiduciario (administrador) de estos fideicomisos debe estar inscripto como Fiduciario Financiero ante la Comisión Nacional de Valores.
Permite al inversor participar de un proyecto o de un cobro futuro determinado a través de una colocación de deuda o una participación de capital.